Lo que dicen, cuando callan,
los que se van, estando,
mientras miran, sin ver.
Cielo, en clave de sol,
que enumera gritos,
ahogados, vocal por vocal,
y consonantes al último
día del diluvio.
Das abasto y sobra,
toda falta en plegaria roja;
consciente escasez de un derrame,
vuelto fe, completa y ciega,
al ateísmo más sordo.
Aturdir al silencio,
de quien llega, en clave de huida,
llorando sus ojos en falta.