lunes, 26 de diciembre de 2022

Asesinas elipsis


No me dejes galopar.
Por el sol, yo te lo pido.

He enterrado hadas en pozos transaparentes
de infancias,
en oídos sin nombre
de mieles fantasmas.

No me dejes galopar,
pues ahora ellas salpican,
bajo mi montura,
sus varas mágicas de perdidos desayunos,
sus brillos estancos de deseos oportunos.

Y corcoveo orbitando
asesinas elípsis
cuyas tímidas matemáticas parten al medio el sol
con la furia de la gravedad
que solo un
hada,
enterrada en el pasado
y desoída,
puede llegar a soñar.

No me dejes despertar
en medio del galope.
Déjame a salvo en mi pozo
transparente de necromancias
que pronostican futuros
que cabalgan,
a paso de hada,
sobre dos soles.

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