jueves, 27 de junio de 2013

Lo que salva


Somos tan poco.
Tan nada.
Podemos ver un átomo, pero no un alma.
Podemos usar toda nuestra vida para viajar,
y no llegar ni al sol.
Podemos usar todas nuestras palabras,
y no despertar una sola mirada.
Somos un equívoco
que no molesta
demasiado.
Sólo nos salvan, claro,
las historias de amor.

2 comentarios:

  1. entonces... cómo digo? [consecuente con mi falta de originalidad]: vale la pena esperar...

    alegra su regreso, agrada la nueva estética del site, ex pec tan te yo (nuevos textos?). "Libertad bajo palabra"

    razón lo asiste si afirma "Sólo nos salvan, claro,
    las historias de amor."

    mi duda de ameba me obliga a preguntar: y nos mata la humedad?

    dejo saludo y abrazo.-

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  2. IT!, sinceramente no sabe cómo lo quiero...
    Usted se ha convertido casi en el habitante único de este espacio. Pero, vamos!, qué calidad de habitante... que fidelidad y qué cariño. Gracias.

    Yo también estoy expectante por nuevos textos, ojalá lleguen.

    Respecto a la humedad, no creo que nos mate (eso es una prerrogativa de porteños exagerados) pero sí es probable que nos sumerja en una angustia ancestral. Los humanos (según algunos), somos bichos que salimos del agua hace siglos y parece que vemos lo seco como evolución. Siendo así es obvio que lo húmedo nos angustie, nos retroceda, nos estanque.
    Cualquier consulta al respecto le paso el teléfono de un tal Darwin que creo que anda con esos temas (paraguas en mano).

    Abrazo grande.

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