Hay quienes guardan cadáveres
de insectos,
en roperos blandos, ingenuos.
en roperos blandos, ingenuos.
Hay quienes guardan verdaderos
dioses asesinados,
en roperos que arden
llamas abajo de la conciencia.
dioses asesinados,
en roperos que arden
llamas abajo de la conciencia.
Yo maté a mi Reina Maga,
la que estaba destinada
a salvar mi alma.
la que estaba destinada
a salvar mi alma.
Hoy mi ropero se derrite,
dejando sólo los huesos
que intentan sonreirle
a una existencia
que parece
absurda.
dejando sólo los huesos
que intentan sonreirle
a una existencia
que parece
absurda.
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