viernes, 1 de diciembre de 2017

Si la tarde equivoca el cielo


Podría ahorcar el símbolo.
Destapando cada rosa y cada oliva
y cada marino en un cada tanto.
Simbolizar el vuelco,
triturando el abrigo del asiento
en voz padre.
Simbolizar el trueno de roja fragancia,
en cada perla de parpadeo 
zurcido a esta brisa.

Podría mostrar el ínfimo
festejo mortal de cada fiebre salmón,
de cada camisa de ocre repatriado,
de cada hostia en hueso de borrador.
Podría simbolizar
cada podría de cada símbolo
y terminar mirando de cara al sol,
de sonrisa a cada estrella,
de llanto a cada ahogo
y, de tanto en tanto,
cerrar por un instante la puerta,
dejándome caer,
en la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario