miércoles, 26 de agosto de 2020

Estar abrigado


Las ocho de la noche en punto.
Se cierra la puerta izquierda del seno embebido de cielo y envuelto en una bolsa demorada de anarquías.
Llueve en la ciudad.
Hijo de un biselado gigante que clava repetidamente su emocionada pierna en un mercurio hecho lago.
El tránsito continua demorado en la zona.
Indefenso de potestades agrias y giros de ecuanimidad hilvanada de escarcha. Sollozar jugo de fresas como si una tormenta de escepticismo se abatiera sobre el lago.
Se esperan neblinas por la madrugada.
Más tarde, el seno apura sus anarquías revolviendo el mercurio y simulando una voracidad que podría beberlo todo.
Continuamos con nuestra habitual programación.
Indefenso frente al hijo, siente clavarse la emoción como si ahora el resto de las puertas conversaran con las ventanas por venir. (Rezan, ruegan y alaban al santísimo cristal de la transparencia desenmarcada por el último trueno que levantó espejismos en las orillas.)
Tiempo inestable por la noche, mejorando por la mañana.
Abre la puerta derecha y el jugo de fresas se avalancha y le cincela las nubes del cielo embebido en un estacionamiento del cuello. (Biselados breves que van siendo tostados bajo la mirada ardida de un mercurio concéntrico hasta el mareo.)
Ocho minutos pasaron de las ocho en punto.
Tormenta que esfuma risas de acento lacustre mientras sus giros de ecuanimidad zurcida de glaciares van bordando una lencería de encaje gélido al seno que ya cierra sus puertas.
Se esperan ráfagas de viento.
Lo importante es estar abrigado, le dice, mientras pone a hervir las anarquías y tira por última vez la bolsa a la marea alta del lago. Mercurio sonríe mientras traga.
Vamos a una tanda.

3 comentarios:

  1. Sucede que quiero dejar un comentario, pero no sé qué decir. Este texto, sin duda, tiene tu marca propia. Deberías plantearte publicar un libro de escritos misceláneos, ya sé (lo hemos hablado) que la cosa está muy complicada, pero el mundo debe leerte. Buscaré por aquí algún concurso de microrrelatos...

    ResponderEliminar
  2. Olvida lo de los concursos... He estado buscando, pero no hay nada que merezca la pena :(

    ResponderEliminar
  3. ¡Gracias, amiga! Yo también miro el panorama de los concursos de vez en cuando, pero se ha empobrecido mucho.
    Ellos no nos merecen.

    ResponderEliminar