domingo, 30 de agosto de 2020

Un canto turquesa


Defendé.
El fino hielo que filtra las hélices embestidas,
(púrpuras en tropel de saciedad),
de nuestras remotas ambiciones acabadas.

Defendeme.
No quiero pisar el otoño sin mojarme,
una vez más,
en los siniestros anzuelos que me quitaron
del río antepasado.

Defendelo.
Del suelo ennegrecido de fiestas plisadas,
(¿ocuparon ya el recodo de todos sus miedos?),
del filo, del canto, del bordellano antevalente,
y desplegá en sal
y para siempre, 
vuelos hundidos de espectros en flor. 

Defiendo.
Hechicería amargamagenta y salto en viento,
saciedad de miedo y música de fe en el hielo,
defender y resbalar
un canto turquesa de sol en cuerpo.

9 comentarios:

  1. Hombre de palabra. Termina agosto y en este blog podemos encontrar tus entradas diarias, huella de un esfuerzo. Y como tú ya dijiste: "lo importante no es la cantidad, sino la calidad..." Pues bien, aquí me tienes para decir que superaste mis expectativas. No sabría con qué texto quedarme, pero en cualquier momento, le pediré alguno prestado...

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  2. Defender, y sus implicaciones. Dejas el cuerpo en el aire.
    ¡Ves!, que no hacen falta misiones al espacio.

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  3. Anónimo de las 3:30:00 GMT-3
    Ante todo, emocionadas gracias. Ya dije también que no hay promesas y esto, como toda tormenta, pasará. (A esto que estoy haciendo, en Argentina se le llama "abrir el paraguas", no sé si afuera se entiende ese término).
    Luego, usted, como todo lector con subscripción premium, tiene derecho a tomar cuanto texto le plazca, desde ya que es un honor. Más teniendo en cuenta que sospecho en donde acabará publicado, otro entrañable honor.
    ¡Gracias!

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  4. Anónimo de las 14:44:00 GMT-3
    Mire, le voy a contestar parafraseando a un comentarista que suele andar por este blog: siempre hacen falta las misiones al espacio así como hace falta la lluvia. Así como no es posible imaginar un espacio sin misiones, tampoco es posible una literatura sin lluvia.
    ¡Gracias por pasar!

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  5. He decidido cambiar el nombre del blog y fíjense qué tan importante se volvió el concepto de la "necesidad de la lluvia" que acabó por título. Lamentablemente un inescrupuloso señor llamado Octavio Paz, literato y mexicano, para más datos, no ha dudado en birlarme tan perfecto título para usarlo en un libro de poesías. Si bien lo hizo en 1960, está claro que supo de mi y de mi intención y quiso adelantarse (49 años, nada menos) para arruinarme la ingeniosidad de mi creación. Está bien, Octavio, está bien... admito la derrota y no voy a hacer de esto una cuestión de estado. Se cambia y a otra cosa. Pero la próxima vez tené la deferencia de avisar antes, mínimamente.

    Ahora hablando en serio, tiene mucho que ver la lluvia conmigo, con mi persona y con la parte de mi persona que acierta a borronear estas líneas, por lo tanto este nuevo título, surgido gracias a las amenas conversaciones que se suceden por estos lados con ustedes, me resulta mucho más indicado, personal y descriptivo.

    (Ok., ok., nadie preguntó nada, ya lo sé... pero es que si espero que me vengan a hacer un reportaje me muero de viejo. Aparte, siempre hay que estar preparado, uno nunca sabe...)

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  6. Pues sí, "Libertad bajo palabra" ya estaba en uso. Celebremos, pues, el nuevo título! Suena muy bien y además, está cargado de significado para ti. Al final todo queda en agua...

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  7. ¡Excelente, enhorabuena!
    Que se vengan los cuentos y poesías.

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  8. Anónimo de las 19:39:00 GMT-3
    Ningún resumen mejor que ese. Todo queda en agua... ;)

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  9. Anónimo de las 19:56:00 GMT-3
    ¡Eso!, ¡eso!, pues que se vengan, vamos...
    (Ah, no, cierto que hay que escribirlos. Bueno, ahí voy.)

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